Llegó el otoño...




     Voy a trasnochar todo el otoño para ver caer las hojas de una en una, visualizando todo el recorrido hasta llegar al suelo, tratando de llegar a comprender que no eras árbol de hoja perenne. No quiero talar las ramas. Necesito irme acostumbrando con el tiempo, amaneciendo cada día un poco con la muerte de la aurora.
  Después, cogeré cada una de las hojas y las destilaré con amor, como un licor precioso,  para beberme, sorbo a sorbo y hasta la última gota, todo el apego a tu alma y a tu piel de terciopelo. Cuando caiga inconsciente en el abismo, esa pequeña muerte reforzará mi vida, pudiendo así olvidar, al fin, que no fue un sueño.



4 comentaris:

  1. No tales las ramas, están desnudas, solas, indefensas...No tales las ramas, recoge las hojas que arranca el otoño en su transformación y compón un nido donde puedan dormir nuevos gorriones. Un abrazo Montse, junto a mi admiración.

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    1. Muchas gracias, Elvira, por estar a las duras y a las maduras. Me llenas de cariño con tus palabras. Un beso

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  2. em deixaràs beure d'aquest licor?? vivim com en somnis, frustrats de vegades, però les històries han estat reals, ens ho diu el cor

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    1. I és clar que te'n deixaré beure, la meva Xelo. Vivim com en somnis perquè són infinitament més reals que la vida que bam triar fa segles quan no érem qui som. Les històries són reals, és clar que són reals... molt més reals que la vida aparent que vivim. Un petó

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I des de la teva mirada... Tu què veus?

La meva música...